El Manejo Seguro del Pollo: Clave para Sabor, Textura y Seguridad Alimentaria
El manejo seguro del pollo no solo garantiza un sabor y una textura óptimos, sino que también previene intoxicaciones alimentarias. La Ingeniera en Alimentos y divulgadora científica, Marián Zapién, explica que la clave para una congelación eficiente del pollo y para mantener su calidad culinaria es la planificación de porciones pequeñas antes de congelarlo.
Zapién señala que la opción más práctica es dividir y sellar individualmente las piezas para disminuir el daño celular causado por los cristales de hielo y, lo más importante, para garantizar la seguridad alimentaria eliminando la necesidad de la riesgosa recongelación del producto crudo. Este simple hábito maximiza tanto la calidad del sabor como la inocuidad de las preparaciones.
La experta detalla:
“Cuando congelas el pollo en piezas grandes o en un solo paquete, terminas descongelando más de lo necesario. La consecuencia directa es que, a menudo, lo vuelves a congelar”.
“Cada ciclo de congelación y descongelación forma cristales de hielo dentro de la carne. Estos cristales rompen las fibras musculares, lo que provoca que, al descongelar, el pollo suelte más agua y, por ende, pierda jugosidad y sabor. Por eso, al cocinarlo, la carne queda más seca y con una textura inferior”.
¿Qué se recomienda hacer?
- Dividir el pollo en porciones individuales antes de congelarlo para descongelar solo lo que se va a utilizar.
- Mantener el pollo a una temperatura constante durante el almacenamiento.
- Utilizar contenedores herméticos para preservar la calidad y evitar contaminaciones.
En caso de que ya hayas descongelado todo el pollo, la recomendación es cocinarlo por completo. Si te sobra, puedes congelarlo de nuevo, pero ya cocido y también en porciones. De esta manera, evitas el desperdicio, conservas su sabor y tu comida queda mucho mejor.
Lo que NO se debe hacer
Un error común es congelar el pollo en piezas grandes o en un solo paquete, lo que lleva a descongelar más de lo necesario y promueve la peligrosa práctica de la recongelación.
El problema bioquímico es que la recongelación crea repetidamente cristales de hielo en la carne, los cuales rompen las fibras musculares del pollo. Esta ruptura provoca que el pollo libere más agua al descongelarse, lo que resulta en una pérdida de jugosidad, deterioro del sabor y una textura final seca e inferior al cocinarlo.
Beneficios de un buen manejo del pollo
Al seguir estas pautas —dividir en porciones, usar contenedores herméticos, mantener la temperatura constante y cocinar completamente tras una descongelación total— se logra:
- Evitar el desperdicio de alimento.
- Conservar el sabor y la jugosidad del pollo.
- Obtener una textura y calidad de comida superiores.
- Asegurar la seguridad alimentaria en tus preparaciones.
Adoptar estos simples hábitos en la manipulación y congelación del pollo hará que tus platillos sean más deliciosos y seguros para toda la familia.
https://eldiariony.com/2025/10/27/congelar-pollo-de-forma-segura-la-guia-de-una-experta/
